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PULSACIÓN

Actualizado: 21 ago

  • potencialmente infinito

  • se origina en la mente

  • involucra áreas motoras y de memoria del cerebro

  • sincronizable con el exterior y medible mediante electroencefalograma

  • denominador común entre dos eventos contrastantes

  • representada con claridad por impulsos inferiores a los 100 ms


La pulsación es, ante todo, un fenómeno mental: es esa sensación que nos hace mover el pie cuando escuchamos música y nos permite ordenar y relacionar distintos eventos musicales, es decir, medirlos de algún modo. La pulsación es la unidad de medida del tiempo. A menudo la asociamos con el sonido de un metrónomo, pero la pulsación reside en nuestra mente y, potencialmente, es infinita.


DIFERENTES EVENTOS ALREDEDOR DEL MUNDO SE RELACIONAN CON UNA PERIODICIDAD.

SINCRONIZACIÓN EXTERNA¹

¿Qué tienen en común el cambio de estaciones y los latidos del corazón?

Ambos son ejemplos de cómo nuestra mente interpreta el contraste entre eventos opuestos como una pulsación. En el caso del corazón, la alternancia entre contracción y relajación genera un patrón que percibimos como ritmo. Para las estaciones, la alternancia entre periodos cálidos y fríos forma un ciclo que interpretamos como un flujo rítmico regular.

¿Querés unir otoño e invierno en una sola estación o dividir los latidos del corazón en grupos de cinco? ¡Podés hacerlo! Tu mente tiene el control².

Claro que el contraste entre eventos es algo que casi todos nuestros semejantes pueden percibir con sus sentidos, y por eso puede coordinarnos como especie y lograr que tanto en Japón como en Argentina la secuencia de las estaciones sea la misma. La pulsación también es una herramienta de conexión social.



PULSACIÓN ARTIFICIAL

Pensemos en la división de las horas o de los años: no en todo el mundo ocurre del mismo modo, y no siempre los minutos están marcados por algún fenómeno natural. Podríamos decidir dividir las horas en 100 partes, y si todos adoptáramos esa división, se convertiría en el nuevo estándar. El ser humano tiene la extraordinaria capacidad de desvincularse de la naturaleza para inventar su propia periodicidad artificial, a la cual luego sus semejantes logran conectarse.

Si elijo arbitrariamente una pulsación en cuatro cuartos a 80 BPM, los demás músicos podrán sincronizar su pulsación interna con mi tempo. Cuando tocamos un instrumento o cantamos, nos apoyamos principalmente en una pulsación artificial creada por la mente humana, incluso en ausencia de fenómenos naturales.

Esto demuestra cómo la mente puede mantener una periodicidad interna que guía nuestra percepción y producción musical, sincronizando su reloj tanto con fenómenos objetivos y naturales como con fenómenos artificiales creados por el ser humano.



DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS

Desde los primeros meses de vida, el ser humano puede "engancharse" a pulsaciones externas e internas y mantener un ritmo³. Este fenómeno fue demostrado mediante estudios que utilizan electroencefalogramas. Los resultados muestran que, al escuchar música, el EEG registra picos de actividad eléctrica en las áreas motoras y de la memoria del cerebro.

Otro descubrimiento interesante es que, aunque la respuesta cerebral a ritmos simples (isócronos) deja poco margen a interpretaciones, cuando se trata de ritmos complejos o sincopados, las respuestas del EEG no son tan coherentes.



SUBJETIVIDAD⁴

De hecho, en piezas musicales complejas, distintas personas pueden percibir pulsaciones diferentes. Esto ocurre porque nuestro cerebro tiene dificultades para anticipar pulsaciones en ritmos que no son simples, y tiende a organizar los sonidos en patrones que tengan sentido para nosotros, basándose en la experiencia personal y la cultura musical. La mente no es un simple receptor pasivo, sino una creadora activa en la interpretación de la pulsación⁵.

Un ejemplo magistral de cómo distintas interpretaciones del pulso pueden sincronizarse y colaborar es In C de Terry Riley. Aún más ejemplificador de cómo una pulsación puede desvincularse de cualquier denominador común y seguir la subjetividad de cada individuo, incluso dentro de un ensamble, es Jardín de las delicias, de Mauro de María⁶.



ANTICIPACIÓN

¿Alguna vez notaste cómo tu cerebro anticipa el ritmo de tu canción favorita? Esto ocurre gracias a dinámicas neuronales de excitación e inhibición, que nos llevan a imaginar la presencia de uno o más osciladores internos, como metrónomos dentro de nuestra cabeza. Estas oscilaciones permiten al cerebro predecir cuándo ocurrirá el próximo evento, facilitando el procesamiento temporal de la música y mejorando nuestra capacidad de anticipar la próxima pulsación.

Cuando una pulsación externa se interrumpe repentinamente, el EEG sigue mostrando señales, demostrando que nuestro cerebro es capaz de anticipar eventos incluso sin necesidad de que sean explícitos. Si la pulsación continúa pero se ve perturbada por un cambio de timbre o de tono, se produce una ruptura, un contraste. En ese momento, el EEG sigue mostrando la pulsación pero, al mismo tiempo, se corrige para formular una nueva serie o secuencia.



RESET

Cuando hay un error en la pulsación externa, la mente humana se "resetea" gracias a los mecanismos neuronales de adaptación y plasticidad. Estudios con EEG muestran que el cerebro detecta la incoherencia y genera un rápido pico de actividad para corregir el modelo rítmico. Este proceso involucra la corteza prefrontal y las áreas motoras, responsables de la anticipación y la sincronización. La mente no solo se adapta, sino que crea una nueva predicción basada en los cambios, garantizando una percepción continua del ritmo incluso en situaciones de perturbación. Este fenómeno demuestra la increíble flexibilidad de nuestro sistema nervioso.



PULSACIÓN EN EL TRATAMIENTO DE TRASTORNOS NEUROLÓGICOS

La pulsación y el ritmo tienen implicaciones significativas en el ámbito terapéutico, particularmente en los trastornos neurológicos. En pacientes con enfermedad de Parkinson, las terapias basadas en ritmo han mostrado resultados prometedores en la mejora de la coordinación motora. La sincronización con estímulos rítmicos externos puede ayudar a compensar las dificultades en el control de los movimientos.

La dislexia se caracteriza por dificultades en la decodificación del lenguaje escrito y hablado. Estudios indican que las personas con dislexia tienen menor capacidad para rastrear información temporal de baja frecuencia en el habla. Ejercicios rítmicos pueden mejorar la sincronización neuronal, potenciando las habilidades de lectura y comprensión.



CONCLUSIÓN

La pulsación conecta ritmos naturales y artificiales, involucrando áreas cerebrales como las auditivas, motoras y de la memoria. Los estudios con EEG muestran que desde los primeros meses de vida podemos sincronizarnos con pulsaciones externas e incluso anticiparlas. Una de las características más importantes de nuestro reloj interno es la capacidad de conectarse con relojes externos, ya sean naturales o artificiales: ser músico significa, muchas veces, precisamente eso.



Notas

  1. Este proceso de sincronización se llama entrainment y se modela en uno o más osciladores internos [Schroeder et al., 2008]

  2. Véase, por ejemplo, la música latinoamericana, donde la clave muchas veces está implícita más que directamente ejecutada. De forma similar, las timelines en la música africana sirven como estructuras temporales aunque puedan ser inaudibles, como ocurre también con ciertas melodías en la cultura balinesa.

  3. Minuto 1:34, Rhythm and the Brain: Surprises from Cognitive Neuroscience

  4. Por ejemplo, al escuchar una canción rica en capas rítmicas, podríamos anclar nuestra percepción del beat en la línea de bajo, en la batería o en otro instrumento, generando distintas interpretaciones del mismo ritmo.

  5. Rhythm and Shifting Our Perception | David Alderdice | TEDxPaonia

  6. Mauro de Maria, Jardín de las delicias

  7. Minuto 13:37, Rhythm and the Brain: Surprises from Cognitive Neuroscience


 
 
 

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